Jovette Marchessault - Escritora y poetisa
Jovette Marchessault es una novelista, dramaturga, poetisa y artista de Quebec nacida el 9 de febrero de 1939 en Montreal, si bien pasó sus primeros años en el campo, cerca de la misma ciudad, en el seno de una familia indígena ligada a la naturaleza. Su padre trabajaba durante la Segunda Guerra Mundial en una empresa de fabricación de armas, pero en 1945, acabada la guerra, la fábrica cerró sus puertas. Como la mayoría de los obreros, la familia se vio obligada a mudarse a un barrio pobre de Montreal para poder sobrevivir.
La joven Jovette estaba muy ligada a su abuela, una artista que destacó tanto en el campo de la música (tocaba el piano maravillosamente) como en el de la pintura (pintó numerosos animales). Apasionada por la herboristería e hija de un indio, inició a su nieta en el amor por las plantas y sus virtudes. Esta mujer de múltiples talentos inspiró realmente a la joven y le inculcó el gusto (y la necesidad) por la creación artística.
Muy cercana a su abuela e incapaz de dejarla, Jovette encadenó diversos trabajos pequeños después de abandonar la escuela relativamente joven (a la edad de 13 años). Así, fue sucesivamente obrera en una empresa de fabricación de ropa, limpiadora de pañales para bebés, empleada en una librería, para acabar trabajando en el departamento de finanzas de la editorial Grolier. Durante este período la joven tenía ganas de aprender y descubrir cosas nuevas. Leyó muchos libros y se interesó por multitud de temas.
Sin embargo, después de cuatro años de experiencia, a sus 31 años, renunció a su cargo, en contra del consejo de sus padres, al morir su abuela. Quería hacer realidad su sueño: vivir de su pasión por el arte. El éxito y el reconocimiento no se hicieron esperar, ya que en el espacio de sólo dos años, sus pinturas ya se exhibían en Montreal, pero también en Nueva York, París, Bruselas o Toronto.
En los años 70 probó con la escritura, publicando en 1975 Le crachat solaire, libro autobiográfico, primero de una serie que deseaba dedicar a su infancia y sus experiencias, y que tituló Comme une enfant de la terre. Siguió en 1980 La mère des herbes (cuyo título evoca, por supuesto, a su abuela), y en 1987 Des cailloux blancs pour les forêts obscures. Se entregó totalmente a la escritura, lo que dio lugar a una trilogía totalmente atípica y sorprendente fresca. En el segundo volumen cuenta notablemente hasta qué punto la marcó aquél traslado forzoso cuando era niña, que la obligó a abandonar el campo, donde ella se sentía tan bien. Fue desde entonces uno de los temas recurrentes de la serie: la idea del paraíso perdido (después de un traslado, después de haber sido "juzgada" socialmente, etc.). El primer tomo fue descubierto rápidamente por los críticos, que le concedieron en 1976 el Premio France-Québec.
Entre 1975, fecha de publicación del primer volumen de la trilogía, y 1987, cuando apareció el último, Jovette no estuvo inactiva, ya que siguió con la pintura y escribió numerosos textos, entre los que cabe destacar Triptyque lesbien. Publicada en 1980, esta colección de tres textos (Chronique lesbienne du moyen-âge québécois; Les vaches de nuit; Les faiseuses d’anges) tuvo un gran impacto, ya que convirtió a su joven autora en la primera escritora de Quebec en hablar abiertamente sobre su homosexualidad. Triptyque lesbien fue para Jovette una oportunidad para explorar y cuestionar en profundidad sobre la mujer, su papel y su lugar en la sociedad; denunció también en esta obra feminista la opresión sexual sufrida durante mucho tiempo y el nefasto papel de la Iglesia al respecto.
A partir de los años 80 se consagró al teatro (a pesar de que ya había hecho cosas en este campo desde finales de los 70) y escribió numerosas piezas teatrales. Puso en escena grandes mujeres, figuras artísticas feministas o incluso lesbianas, como Natalie Clifford Barney o Renée Vivien. En 1992, el crítico David Gilbert resumió de este modo la obra teatral de Jovette: "Se ha distinguido en el teatro por su enfoque libremente biográfico del destino de algunas mujeres escritoras o artistas, rebeldes, y a menudo humilladas, combativas y escandalosas... "
Auténticamente autodidacta, Jovette ha construido con los años una importante obra feminista. Ha recibido numerosos premios literarios, como el Premio de France-Québec, por su primera novela en 1976 o, más recientemente, el Premio del Gouverneur Général en 1991 por Le magnifique voyage d’Emily Carr. Actualmente vive cerca de Montreal, y enseña en la Universidad de Quebec escritura dramática en femenino.
No está claro en qué momento Jovette Marchessault tomó conciencia de su homosexualidad, pero sabemos con certeza que ya se reconocía como lesbiana en los años 50/60. De hecho, en esta época realizó numerosos viajes a México y a la costa oeste de EE.UU. Allí descubriría y volvería regularmente a lugares frecuentados por gays y lesbianas. Como ella misma dice, significa para ella un auténtico oasis de frescura y libertad en comparación con la atmósfera opresiva y homófoba de donde vive.
Desde el momento en que comienza a escribir evoca sin rodeos su orientación sexual y, de hecho, la mayoría de las veces, lo convierte en un elemento esencial de la historia que desarrolla.
Gracias a Los Libros del Sábado Por las traducciones
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